MEDELLIN – BARRIO CASTILLA – MEDIO SIGLO DE HISTORIA
Vigencia de un carisma “La
mayor nobleza de un hombre es la de levantar su obra en medio de la
devastación, sosteniéndola infatigablemente a medio camino, entre el desgarro y
la belleza”
Ernesto
Sábato
Un espíritu humanista y un celo apostólico guían,
hoy como en aquel entonces, a las religiosas de Jesús María que inician,
levantan y sostienen esta cincuentenaria obra: El Rosal de Castilla.
Rastrear la huella evangelizadora de aquel primer
grupo de religiosas liderado por la Madre Roser Borrell sólo es posible a la
luz del carisma de su fundadora, cuando motivada por el servicio a los demás
opta por las más humildes, necesitadas y con pocas oportunidades de formación
en una sociedad emergente.
Es así como en 1966 se siembra el fruto de varias
generaciones en la naciente comunidad barrial conformada por pobladores llegadas
de distintas regiones del departamento, unos huyendo de la violencia
partidista, otros buscando un mejor horizonte para sus prolíferas familias. En
este escenario cargado de ilusiones, abonado por la esperanza, tejido con
esfuerzo y empeño germina la misión de formar niñas felices, competentes y
autónomas, capaces de desempeñarse en el ámbito laboral y social con éxito, con
una formación ética y moral sólida que respalde su anhelo de conformar nuevas
familias.
La providencia ha sido generosa, por los corredores
del Rosal han trasegado hasta tres generaciones de una misma familia.
Encomiable misión de las Religiosas de Jesús María, educar niñas y jóvenes con
visión de futuro, gestoras de su propia historia, responsables de su presente
como hijas, alumnas y ciudadanas.
Pero ¿Cómo lo lograron con tantas dificultades, carencias y vicisitudes?
Poco a poco, sencillamente asumieron el reto con la
fe inquebrantable de los espíritus nobles que tienen la convicción de su
vocación y alegría de servicio para amar y dejar hacer a Dios.
Como diría el Papa Francisco…”Se encontraron en el
camino del hombre y entraron en su conversación”, así la naciente comunidad
educativa: Religiosas, maestras, padres de familia, lograron estar en sintonía,
le apostaron al mejor estar de las niñas, año tras año; edificando sueño,
aunando esfuerzos para superar obstáculos, tejiendo relaciones filiales al
generar espacios de participación solidaria, en fin, la vida escolar trascendía
el entorno barrial, …había germinado una de sus mayores fortalezas ¡El sentido
de pertenencia! que le daría un sello particular de identificación: ORGULLO Y
EXIGENCIA, consolidándola en el sector como una Institución referente de
calidad en lo académico, ético, disciplinario y deportivo.
Para muestra, muchos botones de rosas…sin cuenta de
enfermeras, ingenieras, secretarias, docentes, médicas, empresarias,
religiosas, jefes de hogar, que como egresadas son testimonio de la vigencia
del carisma de Jesús María en Castilla, de la huella que han dejado las
religiosas Madre Roser, Madre Marta, Madre Milagros, Madre Juana María, Madre
Catalina, que con sus cuidados y atención vigilantes hacían honor a su carisma
de Madres.
Desde entonces hasta nuestros días, se percibe la primaveral fragancia de la violeta española que hizo presencia entre nosotros ¡Madre Roser! Renovándose, año tras año con las religiosas que han abonado este Rosal, a ellas admiración, reconocimiento y gratitud.
Soy una privilegiada de respirar este aroma desde que tengo uso de razón. ¡Cuán bueno es Dios!
Bernarda
Cortés Ruiz-Docente
Posdata:
A las Religiosas de Jesús María esta dedicatoria
Omne tulit puneton, qui miscuit utile dulei. “Consiguió todos los sufragios, quien supo unir lo útil con lo agradable”. Verso de Horacio. Arte poética, 343
Omne tulit puneton, qui miscuit utile dulei. “Consiguió todos los sufragios, quien supo unir lo útil con lo agradable”. Verso de Horacio. Arte poética, 343
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