10 de enero de 2018

ENCUENTROS QUE EVANGELIZAN. PINOS PUENTE


Nuestra querida amiga “Chili”, nos regala cada vez que vamos a su casa encuentros que  sanan y transforman y así fue una vez más el del día 1 de Diciembre. Nuestra amiga está en fase terminal de sida. Su vida es dura: abandono de hijos muy pequeños como consecuencia de las palizas que recibía de su pareja, prostitución, cárcel, sida…. Años de soledad, deterioro personal, tocar fondo muchas veces, tocar su propia fragilidad, enfermedad …. Volver a Pinos.

Muchas complicaciones de salud en estos últimos años que le han llevado cada cierto tiempo a ser ingresada en el hospital.

Los encuentros con ella son cálidos. Ir a su casa es sentirte en Betania, espacio habitado por su  historia integrada, amasada, asumida con sus errores y sus momentos en los que reconoce que han sido de Dios.

 Cada encuentro con esta mujer es una estampa del evangelio. Esta tarde de Diciembre nos recordaba a María Magdalena… en ese vivir desde la autenticidad, sin tapujos ni mentiras, sino desde su yo más profundo conectado al interior de la fuente de su vida. A eso que ha nutrido desde el dolor y sufrimiento pero a través del tiempo la ha hecho aceptar su vulnerabilidad y ganar en humanidad. ¡Qué calidad humana la de esta mujer!

Nuestra Chili ha vivido experiencias insospechables que le hacen hoy estar vacía de sí y por eso tú cabes en su vida… En esta etapa ella ya habla de la muerte como lugar de encuentro definitivo con su Dios, el único que no le ha abandonado y que tiene conciencia que la quiere como es.

Esta realidad  sacude  y plantea preguntas de difícil respuesta…pero me va situando en una manera diferente de formular y encontrar a Dios en la vida cotidiana.

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