Desde Sevilla, España
2º ola COVID 19
El confinamiento vivido entre
Marzo y Junio 2020, nos ayudó a pensar. Sí, a pensar. Si activábamos nuestra
memoria histórica, especialmente los mayores, descubríamos cuántas generaciones
habían sufrido catástrofes, guerras, enfermedades y hambres en durísimas
situaciones… y habían sobrevivido con dignidad. Si abríamos nuestra mirada y
nuestro corazón al mundo actual teníamos que reconocer que, ante tantos seres
humanos empobrecidos, éramos en nuestro primer mundo, unos más que otros, seres
privilegiados aún en medio del doloroso sufrimiento que nos embargaba a todos
ante tanta pérdida y misterio vividos.
A pesar de todo ello, a finales de
Junio y en Julio de 2020, nos atrevimos de nuevo a soñar. Abrir Escuela,
Proyectos y actividades era una seria responsabilidad. Cerrarlo todo, o casi
todo, lo era aún más. El grave problema de la educación y promoción,
alimentación y salud en nuestro herido barrio nos exigía una opción y la
tomamos: Funcionaría todo dentro de una, insospechada en Julio, “nueva
normalidad”.
¿Cómo conseguir que el frágil
vínculo con el sistema educativo no desaparearía del todo? ¿Cómo seguir
promocionando? ¿Cómo abordar la educación en la calle? ¿Cómo continuar los
itinerarios de dignificación de la persona, especialmente de la mujer en estos
desconcertantes espacios? ... Todo se iniciaría de nuevo. Continuaríamos caminando junto a nuestro fracturado
barrio. Todas las precauciones, todas
las seguridades posibles... Los equipos
educativos, el voluntariado en los Proyectos, Cáritas Sevilla, Cáritas
Parroquial… todos a una, volcados. Todos reinventándonos. Todos en manos de Dios.
Todo se convertía día a día en Rendijas de Esperanza. Todas con sabor a
Evangelio, todas con humano calor.
- Escuela Infantil la Providencia. LO INVISIBLE, CUANDO SE VISIBILIZA….
ES MOTIVO DE ACCIÓN DE GRACIAS
Nos
unieron los aplausos por el sector sanitario. En aquel 16 de Marzo, nuestras
aulas quedaron vacías… la Escuela se llenó de miedos, incertidumbre,
interrogantes… sentimientos vividos a lo largo de este tiempo.
Como
equipo de la Escuela Infantil “La Providencia” nos tuvimos que reinventar para
seguir ACOMPAÑANDO a nuestras familias en este tiempo duro para muchas de
ellas. Nuestro Proyecto fue: “Estamos conectados”, experiencia valorada muy
positivamente para ellos.
En
Mayo comenzamos como equipo a repensar la vuelta a la Escuela. ¿Cómo hacerlo? Pensando concretamos en: Una
frase que nos iba a acompañar: “De la conducta de cada uno depende el
destino de TODOS” (Alejandro Magno). Frase que da la bienvenida a todos el
que se acerca a nuestra Escuela. Está en un mural en la entrada. Dos
canciones nos devuelven cada día los motivos de esperanza: “TODO VA A IR
BIEN” y “SIN MIEDOS”.
Escucharlas
diariamente nos ha ayudado al comienzo de cada jornada a pasar: del miedo a la confianza, de la tristeza a la
alegría, de la cobardía a la valentía de plantar cara a este virus y
comenzar nuestra andadura en la Escuela, viviendo con normalidad la apertura
diaria de nuestras puertas.
Puertas abiertas en las que: Cada semana
aumenta la confianza de los padres y cada vez vienen más niños/as, y esto es
motivo de alegría. La búsqueda de cómo ser Escuela compensadora de
desigualdades en estos momentos nos plantea nuevos retos. La capacidad de
ACOMPAÑAR a nuestras familias desde la escucha de sus necesidades y dar
respuesta a ellas en el día a día. Este espacio educativo ha tenido la
posibilidad de poner en valor su práctica educativa este fin de semana del 24
de Octubre en la 4ª Jornada “PENSADERO”, Fundación Promaestro. Esta oportunidad
ha sido una Rendija de Esperanza en la que hemos vivido la posibilidad
de hacer VISIBLE lo INVISIBLE.
El
estar junto a los más vulnerables nos resitúa a nosotros en lo fundamental de
nuestra vocación, en el sentido más noble, viviendo con la mayor
responsabilidad y sentido del deber nuestro SER MAESTRO/A en este entorno, en
este espacio dónde Dios es el que da sentido a nuestra ESPERANZA.